martes, 22 de enero de 2013

Lecciòn 4: "La importancia de los nuevos"


 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.       Lucas 10: 30-35

Este pasaje corresponde a la parábola del buen samaritano, analizando esta escritura, vemos que habla de un hombre que cayó en manos de ladrones, quienes lo despojaron de todo, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Simbólicamente, este hombre representa a la humanidad sin Cristo, todos aquellos que están en el mundo que aún no conocen al Señor. El ladrón es Satanás, quién vino a este mundo a matar, hurtar y a destruir y ha despojado a esta humanidad de su felicidad, de su paz, de su esperanza y los ha herido en su autoestima de tal forma que la gente desea quitarse la vida. Ellos caminan, pero están muertos, muertos en sus delitos y pecados, podemos decir que están medio muertos, así los ha dejado el enemigo. 

El sacerdote pasó de largo.
Los sacerdotes representan la religión de este mundo, la gente golpeada por la vida busca ayuda o espera ayuda de la religión y de sus ministros, pero ellos son indiferentes a las necesidades de los demás, gente con sus hogares destruidos, problemas de humillación, atados por los vicios, plagados de deudas, enfermos sin esperanzas y muchas cosas más. A veces acuden a rezar, a velar santos para ver si consiguen alivio para sus tormentos, pero la religión no provee ayuda para el necesitado.

El levita pasó de largo.
Los levitas además de ser la clase sacerdotal, conformaban al sanedrín de Israel, setenta hombres que al lado del sumo sacerdotes llevaban las riendas del gobierno interno de su país. Esta humanidad despojada y herida, espera ayuda del gobierno, que les colaboren en algo para aliviar sus cargas, que le provean de empleo o que den algún auxilio gubernamental, pero los políticos de este mundo pasan de largo y son indiferentes a las necesidades de la gente, ellos solo los utilizan para sus aspiraciones.

El buen samaritano tuvo misericordia.
Le damos gracias a Dios por Jesucristo, el buen samaritano que tuvo misericordia por el perdido, por el herido y necesitado, que no es indiferente a las necesidades de la humanidad, que se incomodó y se apartó de su camino de gloria junto al Padre y vino al que estaba tirado en el suelo medio muerto. Jesús nos ha sanado nuestras heridas con vino y aceite, que representan al Espíritu Santo, y nos ha dado esperanza, nos ha mostrado que para el hogar destruido, las finanzas acabadas, las ataduras difíciles y para la salud deteriorada hay esperanza.

Lo trajo al mesón.
El buen samaritano, nuestro Señor Jesucristo, montó al herido en su cabalgadura y lo trajo al mesón y dijo al mesonero; "Cuídamele". En  aquel tiempo los mesones eran las casas de huéspedes u hoteles de aquella época, donde la gente llegaba a reposar de sus largas travesías. Hoy representa a las iglesias cristianas, donde la gente llega a encontrar reposo de sus cargas y problemas por los que atraviesan y el mesonero es el Pastor, que dirige y administra el mesón, que es la iglesia del Señor. Esa gente herida y despojada que trae el Señor al mesón, son las almas nuevas que llegan cada domingo a la iglesia y se entregan a los pies de Cristo, aceptándolo como Señor y Salvador. aquí necesitamos aclarar algunos puntos, veamos...

1. ¿Quién es el que trae al herido al mesón? ¿Quién es el que trae las almas nuevas a la iglesia?
Cuando una persona sale de su puesto y hace la oración de fe en nuestros cultos, es el Señor que lo trae en su cabalgadura al mesón. Aunque haya sido un miembro de la iglesia el que le invitó, el Espíritu Santo le ha dado la convicción de buscar de Dios. Esto nos debe quedar claro, esa persona que llegó nueva al culto no hace parte de una casualidad, sino, de un proceso de trabajo del Espíritu Santo con ella, convenciéndolo de pecado y de la necesidad de arrepentirse. A veces el Pastor no le da la importancia debida a la gente nueva y por eso es que la iglesia no crece, se preocupa por los miembros antiguos, y si alguno falta va y lo visita. 

¿Por qué no se preocupa de la misma manera por los nuevos?
¿Por qué no le da la misma importancia?
¿Por qué no lo visita cuando ve que al siguiente domingo no regresó?
¿Será que no se le da importancia porque no canta en la iglesia, porque no diezma, porque no predica?


Pues quiero decirte que aunque aún no cante, no diezme ni predique, muy pronto hará eso y más, porque los nuevos son líderes en potencia, son Pablos tiradores de piedras, que al momento no parecen, pero el Señor sabe que serán lo misioneros que abrirán iglesias en tu concilio. ¿Ustedes les están orando al Señor por líderes? pues esos que están llegando nuevos a la iglesia son los futuros líderes que tendrás, solo que ahora están sin capacitación, pero en un futuro verás la respuesta hecha realidad. ¿Tú le has orado al Señor por las finanzas de la iglesia, que necesitas diezmadores que fortalezcan la economía? Los nuevos que llegan son los Cornelios que tienen el deseo de ofrendar para tu iglesia para fortalecerla económicamente, pero como ahora es un simple militar que llega nuevo, no parece y no le damos importancia, pero en un futuro verás la respuesta del Señor. Cuídalos y verás.

¿Ustedes oran a Dios por las almas?
Dios es fiel y responde las oraciones de sus hijos, él ha escuchado y está mandando cinco personas nuevas a tu iglesia todas las semanas para que acepten a Cristo. Ahora, si usted no les presta atención, si usted no les da valor, el Señor no puede hacer nada, el problema no es Dios, el problema somos nosotros.

¿Ustedes hacen guerra espiritual por las almas?
El Diablo es obediente, cada vez que ustedes le dan la orden de soltar las almas, él las suelta, y está soltando cinco personas semanales que están llegando a su iglesia a aceptar a Cristo como Señor y Salvador. De que sirve que gritemos tanto diciéndole al diablo que suelte las almas si no las vamos a cuidar De qué sirve que reprendamos al diablo, lo tomemos por los cabellos y le demos tres vueltas para que suelte las almas, si no las vamos a cuidar. ¿Sabes que dice Satanás? él dice: "Yo no se para que me ordenan que les suelte las almas, si ellos no les prestan atención, y la siguiente semana me las devuelven al mundo otra vez". 

Cuídamele.
El buen samaritano trae al mal herido al mesón y dice: "Cuídamele". La orden de Jesús para los mesoneros es cuidar a los heridos y despojados que él está trayendo a la iglesia. Es un imperativo, es una orden de parte del Señor de cuidar a cualquier persona que llegue nueva a nuestra iglesia. El buen samaritano dijo: "Aquí te dejo dos denarios para que me lo cuides". El Señor bendice financieramente a las iglesia que cuidan a los nuevos, cada persona que cuides es un diezmador nuevo que entra en la iglesia. También dijo: "Si algo gastas de más, cuando regrese te lo pagaré". El Señor nos bendice en este tiempo si cumplimos con su mandato, pero te tengo una excelente noticia, cuando el regrese nos recompensará todo esfuerzo que hagamos por el cuidado de las almas.

Conclusión.
El crecimiento de la iglesia es directamente proporcional a la cantidad de personas nuevas que llegan a los cultos. Entre más cuidemos, más creceremos.

Pastor Pedro Carrillo Escorcia
Email: ppcarrilloe@gmail.com
Cel: 57-3126249400




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